“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos”.
S. Lucas 4:18
Objetivo del Tema
Que el discípulo comprenda lo que es la unción y pueda experimentarla para que pueda ser más efectivo en el ministerio y servir eficazmente.
Unción es la habilidad dada por Dios al creyente para hacer la obra del ministerio y para que pueda servir. Ungir significa untar, aplicar aceite o ungüento, poner aceite con el fin de consagrar. El acto físico de ungir con aceite es la confirmación de un llamado o función, sellado por el Espíritu Santo, en el cual el aceite es solo el símbolo visible.
Desde tiempos remotos, la unción ha sido la forma como se sella la consagración a Dios, de personas que fueron llamadas a cumplir funciones especiales; por ejemplo reyes y sacerdotes. Mediante el acto de ungir se habilita a quien recibe la unción para que cumpla las funciones que se le asignan.
Jesús el Cristo
A menudo nos referimos a nuestro Salvador simplemente como “Cristo”, incluso cuando utilizamos el nombre completo “Jesucristo”, lo hacemos como un nombre, sin entenderlo como “Jesús El Cristo”. Esta terminología procede de los primeros cristianos; en el nuevo testamento encontramos el término en muchas ocasiones.
Jesús fue llamado el Cristo porque cumplió con todo lo que el titulo implica. El término es hebreo “Masiah”, el participio del verbo “Ungir” de modo que la expresión significa “El Ungido” si se translitera al castellano obtenemos “Mesías” y si lo traducimos al griego obtendremos “Christos”. En otras palabras podemos decir Jesús el Cristo = Jesús el Ungido.
Antes de venir a la tierra Jesús se despojó: el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres Fl.2:6-7.
Y vino como un hombre cualquiera, pero bajo la unción del Espíritu Santo. Esto quiere decir que El sano a todos los enfermos, a leprosos, ciegos y sordos; echó fuera demonios y resucito muertos, no como Dios (que lo era) sino como un hombre lleno del Espíritu Santo. Si Jesús lo hizo, nosotros también podemos hacerlo. De hecho, el mismo prometió que cosas mayores haríamos Jn 14:12.
El propósito de la Unción
Antes de Jesús comenzar su ministerio a la edad de 30 años vino a Juan el bautista para ser bautizado en agua y en el momento del bautismo juan testifica: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo (S. Juan 1:33).
También el mismo Señor Jesucristo al momento iniciar su ministerio estando en la sinagoga leyó: se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón (S. Lucas 4:18).
La palabra clave es “para” ¿para qué vino el Espíritu Santo “sobre” Jesús? Nótese que de todos los propósitos ninguno de ellos tiene que ver con un beneficio egoísta o personal, sino que la intención es bendecir a otros. No podemos perder de vista que la unción es para sanar a los enfermos, expulsar demonios, predicar el evangelio, hacer milagros, y que el fin último es que Jesús sea exaltado. Esta es la razón principal por la cual fuimos consagrados y separados para servir.
Cuando los hombres y mujeres usan la unción para auto-promoverse, para sacar ganancias deshonestas, para alcanzar fama o posesiones, entonces su carrera termina mal. Afuera hay un mundo enfermo, lleno de inseguridad, miedo, depresión, tristeza, amargura, soledad, vacío, sin dirección que necesita alguien ungido que rompa sus ataduras, alguien que Dios use para hacerle libre y darle esperanzas. Dios quiere usar tu vida para romper todo yugo de esclavitud a vicios y todo tipo de opresiones. La unción es Dios haciendo sus obras usando nuestra humanidad.
Requisitos para experimentar y vivir bajo la Unción del Espíritu Santo
1. Conocer al Espíritu Santo
Quizás el más grande secreto para experimentar la unción de Dios sobre su vida, es tener una relación personal y viva con el Espíritu Santo.
Hechos 1:8 afirma: pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
El Espíritu Santo es la persona de la trinidad que opera el poder y Jesucristo es el que lo da… S. Juan 7:37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
Hay quienes se enamoran de las cosas de Dios, de la iglesia, del ministerio, de sus bendiciones o la provisión, pero el secreto es enamorarse de Él.
Cuando realmente le has conocido y te relaciones con el Espíritu santo, te alejaras del pecado, de los afanes de este mundo y de cualquier cosa o persona que te aparte de Él porque estas consciente de haber encontrado a alguien inigualable.
2. Creer
Para vivir y experimentar la unción de Dios es indispensable tener fe. Constantemente el Señor te llevara a circunstancias donde debes recordar y poner en práctica lo que dice su palabra en Marcos 16:17,18 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Debes tener fe en que El obrara, no basta solo con orar, debes creer que en el momento en que te levantes para testificar y ejercer tu ministerio el Señor hará su parte.
Recuerda la unción nunca es tomada por gente escéptica sino por aquellos que ejercen fe.
3. Humildad
La única forma de permanecer en el Señor y ser usado a lo largo del tiempo, es mantener una actitud de dependencia a Él.
El Señor mira de lejos al altivo, si queremos que el poder de Dios se manifieste en nuestras vidas y que dicha unción perdure y crezca a través de los años debemos mantener un corazón sencillo y no permitir que los elogios, reconocimientos, cuestionamientos o criticas erosionen nuestro carácter. Isaías 57:15 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Reflexionemos
Jesús tenía el poder del Dios todopoderoso sobre El, para destruir yugos y quitar cargas; y eso fue lo que predico y demostró durante su ministerio. Sin embargo la unción no se terminó con Jesús. Después de ser crucificado y antes de ascender al cielo Jesús les pidió a sus seguidores que esperaran en Jerusalén hasta que fueran bautizados con el Espíritu Santo para que recibieran “El poder” Hech.1:4-8. La palabra “Cristo” no es cualquier otro nombre que se le da a Jesús sino es definitivamente el “el Ungido”. Ahora bien, la palabra “cristianos”, significa más que solo seguidores de Jesús, esta significa: “los ungidos”.
Si tu estas en “Cristo”, hay una unción para tu vida para que cumplas con todo lo que se te ha llamado a hacer, no importa que tan grande o pequeña sea tu trabajo dentro del servicio del C.C.M.I. El Olivar.
Oremos juntos
Amado padre te doy gracias porque me has dado todo lo necesario para que yo pueda cumplir con la asignación que me encomendaste. Ruego por una unción fresca de tu Espíritu Santo, quiero ver la manifestación de tus obras SOBRENATURALES en la vida de las personas operando a través de mi trabajo en la obra, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.